Caran d'Ache
El lanzamiento al mercado, en 1970, de la colección Madison, la primera que incluía una estilográfica entre sus útiles de escritura, supuso un importante hito y un notable giro de timón para la compañía suiza Caran d'Ache, una empresa que había nacido en 1915 como fábrica de lápices y que, hasta entonces, no había dado el paso de introducir en su extenso catálogo de productos un formato de escritura como el de las estilográficas.
Más de medio siglo ha pasado desde entonces. Un largo lapso de tiempo en el que éstas han ido incrementando su relevancia dentro de la marca hasta convertirse en uno de sus buques insignia y en todo un referente para los amantes de las estilográficas que exigen una calidad contrastada, que gustan del lujo y la exclusividad y que no se conforman con unos mínimos estándares de funcionalidad.
Las plumas estilográficas Caran d'Ache están agrupadas en diferentes colecciones que presentan señas de identidad propias y que permiten elegir a cada usuario en función de sus gustos o necesidades, pero que tienen en común, en todo caso, algunas de las cualidades que han hecho famosa a esta firma entre los aficionados a las estilográficas. Este es el caso de la incuestionable elegancia de sus diseños, dotados de un claro toque de clasicismo aunque en ocasiones apuesten por introducir ciertas notas de modernidad, la extraordinaria calidad y los cuidados acabados de sus piezas, derivados de un minucioso trabajo artesano que pone de manifiesto la larga tradición y la experiencia de Caran d'Ache como marca, y, por supuesto, la riqueza de los materiales empleados en su confección, entre los que se incluyen metales preciosos y otras materias primas que contribuyen, de un modo decisivo, a forjar la imagen de lujo y fastuosidad de estas soberbias plumas estilográficas.