Estilográficas Italianas
Hablar de Italia es hablar de una de las mayores cunas del arte y del diseño. Una nación rica en historia pero capaz de mirar con determinación hacia el futuro, que se mueve con gran naturalidad entre el clasicismo y la vanguardia más rupturista, y que ha sabido convertir el “made in Italy” en todo un símbolo mundial de la elegancia, refinamiento y estilo.
En el campo de la fabricación de plumas estilográficas, exceptuando casos como el de la compañía Montegrappa, que comenzó su andadura en 1912, o el de Aurora, fundada en 1919 por un comerciante de tejidos de Turín, nos encontramos en muchas ocasiones ante marcas de muy reciente creación, pero que, a pesar de una existencia tan corta, han logrado situar a Italia en la cúspide de los fabricantes de instrumentos de escritura.
En este sentido, la gran eclosión se produjo en los años 80 del siglo XX, momento en el que nacen firmas de renombre como Delta (1982), Marlen -creada el mismo año que la anterior-, o la florentina Visconti (1988), las cuales, como decimos, cuentan con pocas décadas de vida, pero que por la excelente calidad de sus productos y las materias primas en ellos empleadas, su exclusividad y, sobre todo, la enorme originalidad de sus diseños, han sabido hacerse un hueco relevante en el mercado de la pluma estilográfica.
Desde entonces hasta ahora, sin dejar de lado sus orígenes y su tradicional destreza en el trabajo artesano, su principal seña de identidad ha sido, no obstante, la experimentación con nuevas formas y materiales. Una constante búsqueda de la innovación que ha dado grandes frutos como la introducción, en 1994, de la fibra de carbono y el titanio por Delta en su colección “Extrema”; o la reciente invención (2012), por la misma empresa, del singular plumín “Fusión”, caracterizado por el incremento de la fluidez de la tinta gracias a su novedosa combinación de materiales y su original ensamblaje; por no hablar de hitos en el diseño como el modelo “Hastil” de Aurora, creado en 1970 por el arquitecto Marco Zanuso y que hoy puede presumir de estar expuesta en las vitrinas del Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York.