Lamy
En 1930, C. Josef Lamy, antiguo director de sucursal para un fabricante estadounidense de útiles de escritura, sentaría las bases de la futura marca Lamy con la fundación, en la ciudad alemana de Heidelberg, de la fábrica de estilográficas Orthos. Dicha empresa viviría una fuerte expansión en las siguientes décadas y marcaría un punto de inflexión en 1952, año en el que se lanza al mercado la estilográfica Lamy 27, una pluma que incorporaba un novedoso sistema de alimentación bautizado como "Tintomatic", y en el que, con ella, se produce el nacimiento de Lamy como marca de instrumentos de escritura.
Con todo, si existe un momento concreto que ha marcado el devenir de esta compañía, éste es, sin lugar a dudas, el año 1966, fecha de lanzamiento del legendario modelo Lamy 2000 de la mano del joven director de marketing Manfred Lamy, quien abrazaría los postulados de la Bauhaus y abriría una senda que ha perdurado hasta nuestros días. Ésta no es otra que la señalada por la máxima de la Bauhaus "la forma sigue a la función".
Desde entonces, las plumas estilográficas Lamy han sabido labrarse un nombre en el sector y convertirse en sinónimo de diseño y originalidad al prescindir de todo aditamento superfluo, innovar en el ámbito de los materiales, adoptar unas formas modernas, pero supeditadas a la funcionalidad, y centrarse, en definitiva, en el valor práctico de las estilográficas.