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Montegrappa

En 1912, la austriaca Edwige Hoffman funda, junto a su compatriota, el ingeniero Heinrich Helm, quien ejercería además la labor de director técnico de la compañía, la “Manifattura Pennini d’oro per Stilographiche The Elmo Pen”, una pequeña fábrica dedicada a la producción de plumines de oro. La incipiente empresa estaba situada en una antigua granja de Bassano del Grappa, una hermosa villa medieval emplazada en la provincia de Vicenza (región del Véneto), al nordeste de Italia, famosa, entre otras cosas, por su importante tradición artesanal en el campo de la orfebrería.

Sobre esta base acabaría surgiendo la marca Montegrappa, rebautizada así años más tarde en honor al bello macizo rocoso que domina el paisaje de la población que acoge su sede desde sus inicios. Una firma que empezó vendiendo mayoritariamente sus productos a la multitud de soldados que se congregaron en la zona durante las dos contiendas mundiales por su interés estratégico y su consiguiente condición de importante teatro de operaciones, y que con el transcurrir del tiempo evolucionaría y reorientaría su mercado, acabando por convertirse en uno de los máximos exponentes del lujo, la magnificencia y la exclusividad.

Así, desde los lejanos años en los que autores como Ernest Hemingway, Francis Scott Fitzgerald o John Dos Passos colmaron de elogios y se convirtieron en fieles usuarios de plumas estilográficas Montegrappa, muchas han sido las personalidades de todos los ámbitos cautivadas por el incomparable diseño y las magníficas prestaciones de sus instrumentos de escritura, desde jefes de Estado y políticos como Juan Carlos I de España, Hussein de Jordania, la reina Sirikit de Tailandia, el sultán Hassanal Bolkiah de Brunei, Juan Pablo II, Vladimir Putin, Silvio Berlusconi o Nicolás Sarkozy; hasta deportistas como Michael Schumacher, Jean Alesi o Zinedine Zidane; pasando por personajes del mundo de la literatura, la música y el cine como Paulo Coelho, Quincy Jones, Michael Jackson, Sylvester Stallone o Antonio Banderas, por citar sólo algunos ejemplos. Un extenso listado de celebridades que han sucumbido al increíble encanto, la distinción y el refinamiento de las plumas estilográficas Montegrappa, la máxima encarnación del lujo en el ámbito de los instrumentos de escritura.