Pluma Estilográfica Pelikan Fuego

Pelikan Fuego

La capacidad para controlar el fuego alcanzada por nuestros ancestros en los remotos tiempos de la prehistoria supuso, sin lugar a dudas, uno de los primeros grandes pasos dados por el ser humano en pos de la civilización. Una habilidad que le permitiría acometer desde entonces cambios de comportamiento y tareas como calentarse, mantener alejados a los depredadores o cocinar los alimentos, labores ciertamente simples desde el punto de vista actual pero que, en su momento, supusieron un punto de inflexión crucial para la supervivencia de la especie y su evolución.

Se trata, además, de un elemento que ha ejercido siempre una especial fascinación en el hombre, que lo ha incorporado a sus cultos y rituales, a sus supersticiones y pulsiones más primarias en innumerables ocasiones en el curso de la historia.

La prestigiosa compañía alemana Pelikan pretende celebrar este singular logro con su pluma estilográfica de edición limitada “Fire”, un hermoso instrumento de escritura encuadrado en su serie “Grandes influencias sobre la civilización”, que, como su propio nombre indica, rinde tributo a diferentes hitos que contribuyeron al progreso hacia un grado de civilización más avanzado en la dilatada historia de la humanidad.

Su capuchón y su cuerpo son de un color rojo intenso obtenido mediante la adición sucesiva de diferentes capas de barniz y sobre ellos se distribuyen los principales recursos ornamentales de la pieza, grabados inicialmente con láser y posteriormente chapados en oro de 24 quilates.

Entre ellos cabe destacar el recurrente motivo de la llama, que se repite de forma esquemática en el capuchón, en el extremo inferior del clip y en su impresionante plumín.

Igualmente fabricados con oro plaqué de 24 quilates son otros elementos decorativos como la joya, sobre la que se encuentra grabado el logotipo de la marca, los delicados anillos que se reparten por diversos puntos o la base de su culote, en la que se sitúa la numeración individualizada de cada pluma.

La peculiar forma de este último pretende emular la silueta de un pebetero sobre el que, ya en el barril, se dispone un vistoso fuego de ondulantes llamas, ascuas y crepitantes chispas representadas por los cinco hermosos topacios engastados en él.

El sistema de carga elegido para esta maravillosa obra es el de émbolo integrado, que surte de tinta a su incomparable plumín, realizado en oro macizo de 18 quilates, animado con la hermosa pira ya mencionada grabada en su superficie y dotado de un eficiente punto de iridio que se encuentra a disposición del público en los grosores F, M y B.

La producción de esta deliciosa obra de arte está limitada a únicamente 500 plumas estilográficas en todo el mundo y se presenta en una espectacular caja de regalo de color rojo.